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¿Qué es lo políticamente correcto? ¿Cómo empezó y cómo ha llegado a tener tanto éxito y doblegar gobiernos y voluntades? Parafraseando a Edmund Burke: para que “lo políticamente correcto” triunfe sólo se requiere que las personas sensatas no hagan nada” y dejen vía libre a los pícaros.
Vale la pena reflexionar si la corrección política es ante todo un ataque a la libertad de expresión, claridad de pensamiento y a la discusión racional. La corrección política es perpetrada por la izquierda en la política como una cubierta para su ideología defectuosa después de su estrepitoso fracaso en la URSS y la caída del Muro de Berlín – una especie de marxismo cultural impuesto a modo de doctrina monolítica donde el “líder dixit” nos recuerda al “magister dixit” medieval. Poco quedó de aquella Arcadia feliz y Utopía Marxista a las izquierdas Europeas una vez que cayó el Muro de Berlín y Cuba agonizaba sin la protección de la URSS. Había que sustituir una doctrina que incubara el Marxismo sin que pareciese una teoría Marxista; porque quien sabe, cuando se incuba el huevo de la serpiente ésta puede de nuevo eclosionar. Así que no quedaba otra que esconder sus ideas al amparo de no querer ofender a nadie y proclamar una igualdad engañosa en todas las facetas de la vida; eso sí, de cara a la galería.
Lo que la izquierda se tuvo que plantear es que si queremos que todos seamos iguales hay que igualar por lo bajo – es la única forma práctica que tienen de hacerlo, pues de momento no saben hacer milagros: no pueden conseguir que una persona sea más inteligente, pero si que una inteligente sea más zoquete. Así logran una población uniforme, escuelas uniformes y sociedades uniformes donde nadie destaca… para eso, por ejemplo, se hizo la LOGSE y acabaron de un plumazo con la cultura del esfuerzo como algo indeseable. Eso sí, los próceres se ocuparon muy mucho de llevar a estudiar a sus hijos a escuelas de élite y perpetuar una casta dirigente.
Y eso de igualar tampoco era un invento nuevo. Ya aquel famoso bandolero griego Procrusto tenía un lecho. Obligaba a las víctimas que capturaba para robarles a tenderse: a los de talla alta, y para adaptarlos a la cama, les cortaba los pies. A los de baja estatura, los acostaba y entonces les estiraba violentamente las extremidades para alargarlos. Los únicos que podían respirar tranquilos eran los que daban la talla del lecho de Procusto; a esos, no les pasaba nada, les devolvía lo que les había robado y los dejaba marchar con el susto en el cuerpo, eso sí. Aquí, voy a romper una lanza por la doctrina progre, para no ser acusado de maniqueista y les reconozco que con los de talla corta se portan muy bien, porque los engañan descaradamente y les dicen que son iguales a los de la talla medianita. Eso sí, a los que se pasan de talla les cortan las alas y los pies. No vayan a ser más listos que los progres y les descubran el juego.
El método
La corrección política abomina y elude el debate para a continuación dar una “sabiduría recibida”, que no debe ser cuestionada bajo ninguna circunstancia. Quien la cuestione caerá ineludiblemente en la descalificación, el insulto y el más vacío de los ostracismos. Y cualquiera que esté en desacuerdo con esta “sabiduría recibida”, por lo tanto, debe ser una persona muy desagradable y facha, por lo menos, a quien hay que despreciar y escarnecer, sobre todo públicamente. Esta presión de los compañeros es fundamental en la aplicación y ampliación de la corrección política y en todos los totalitarismos en general: y así se propaga.
Por ejemplo, si tiene Vd. dudas sobre si la inmigración sin restricciones en este país es necesariamente una buena cosa o no, ya es Vd. sospechoso de racismo; entonces usted debe ser un desagradable intolerante fascista, por lo menos. Vamos, todos en manada al grito de “racista” contra quien osó dudar y se le apedrea en público simbólicamente acordándose de su familia . Por supuesto, sólo los “duros de pensamiento y mollera” o los jeta que viven de ese engaño pueden tapar esta farsa – cualquier persona con un mínimo de sentido común puede ver la falacia de tal planteamiento y razonar que le esconden el precio que pagan por seguirles.
Pero, ¿fueron los progres (esa nueva izquierda) lo suficientemente inteligentes como para disfrazar su vieja doctrina de izquierdas de forma que se adaptase al nuevo orden mundial (adaptase al medio), cuando el comunismo había ya fracasado estrepitosamente en Europa? Parece ser que lo han logrado imponer con bastante éxito gracias a los complejines de la derecha y el hooliganismo empleado por la manada. En nosotros está realizar una contrarreforma a este comunismo disfrazado tan pernicioso. Estas son básicamente las coordenadas en las que se mueven y cuya discusión les pone tan nerviosos. Son once artículos de fe que ya fueron propuestos ya nada menos que por la Escuela de Frankfurt
- Etiquetado acusación y persecución de acciones consideradas como delitos de racismo sin en realidad serlos
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Cambio continuo de crear confusión.
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Enseñanza de las relaciones sexuales y la homosexualidad a los niños.
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Debilitamiento de las escuelas y la autoridad de los profesores.
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Enorme inmigración para destruir la identidad nacional.
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Promoción del consumo excesivo de alcohol.
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Vaciando las iglesias.
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Un sistema legal con un sesgo en contra de la víctima de un delito y a favor del delincuente.
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Dependencia de los beneficios estatales.
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El control y la banalización de los medios de comunicación.
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Fomentando la desintegración de la familia
¿Os suena familiar? Creo que sí.
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