Me hacen mucha gracia algunas declaraciones de políticos o seguidores de izquierda en cuanto a sexo se refiere. Hay muchas, hay para elegir, pero me han llamado la atención especialmente dos, las dos de la CUP: Una Anna Gabriel en relación a una grabación en la que aparecía una pareja manteniendo relaciones sexuales en el metro de Barcelona. Gabriel no le daba importancia y aseguraba que el gran problema era el puritanismo, la moral cristiana y la reacción conservadora reinante en la sociedad. Otra era menos conocida, una concejal de la CUP aseguraba, también, lo mucho que le gustaba follar y que lo que pasaba era que la gente de derechas era muy amargada y retrógada.
Bien, en primer lugar he decir que en este mundo uno puede ser de derechas, de centro, de izquierdas o medio-pensionista, pero que follar, lo que se dice follar, follamos todos y nos gusta a todos, imagino que a unos más que a otros. Otra cosa es que unos lo hagan menos de lo que quisieran y no como debieran. Ese, el de follar, es un acto natural y fundamental en nuestras vidas y lo es tanto que es la forma en que se perpetúa nuestra especie o simplemente pasamos un buen rato.
Me hace mucha gracia este tipo de declaraciones de gente tan moderna y adelantada a su tiempo, como en este caso las dos miembros de la CUP. Y me hace gracia porque parece, por sus declaraciones, que quienes ven precisamente como antinatural el asunto que nos ocupa son precisamente ellas. Algo natural no es especial, no vamos por ahí informando a nadie que todos los días acudimos al baño al menos una vez o que de vez en cuando se nos escapa algún gas de nuestro cuerpo. Por eso precisamente, porque le pasa a todo el mundo y lo que es natural e inherente al ser humano, a todos, no hace falta ir pregonándolo por ahí continuamente.
Lo que no es natural es que hagamos nuestras cosas en medio de la calle, ni follar ni lo otro, porque dentro de nuestra naturaleza está la racionalidad, el decoro y la educación. Pretender que follar en medio del metro sea algo natural es completamente absurdo. Lo que es natural y normal es follar, pero no en medio del metro a vista de unas cámaras. Confundir naturaleza y educación es un problema que muchos no saben distinguir. Porque es natural que por el calor te sude el sobaco, pero lo que no es natural es que pases tu mano para olerlo al finalizar un pleno del parlamento. Eso forma parte de la educación y el decoro, algo de lo que parece carecer algún moderno parlamentario de la extrema izquierda. Moderno, aunque guarro y maleducado.
Es que esta es de culo estreñido. Es decir, que aún no se lo han roto y está frustrada por ello.
Se ve que folla poco