Si desde Podemos se aplicara un cierto tipo de programa electoral con cambios económicos, políticos y sociales lo podría entender, aunque no estuviera nada de acuerdo con las decisiones que se tomaran. Un programa de cambios, aunque erróneos, serían asumibles por cualquiera por muy en desacuerdo que estuviera que, por cierto, también hay que ver la cantidad de burradas que plantean, pero no es de eso de lo que quiero escribir.
¿Qué me decís de, por ejemplo, la aparición en el balcón del ayuntamiento de Valencia de las Reinas Magas republicanas? ¿Es eso normal? No, no lo es. ¿Es eso casual? No, tampoco lo es. Eso es uno de los muchos pequeños golpes de estado que están llevando a cabo desde la formación comunista, no socialdemócrata, y avalado, encima, por millones de personas.
Mis hijos ya no están en edad de creer en los Reyes Magos, pero si lo estuvieran me estaría acordando de las familias de todos estos podemitas porque les están intentando volver locos, si, a unos niños. La base de su política es empezar a manipular mentes desde bien pequeños y todas estas decisiones son fruto de este intento de manipulación. Queridos podemitas, peperos, socialistas o quienes quiera que sean, a mis hijos no les manipula ni Dios, no se si me entienden. Y vosotros, mamarrachos, mucho menos. Mis hijos son mis hijos y crecerán en función a una educación que les demos sus padres, no ningún político maloliente con evidentes malas intenciones.