Foto de la Razón 18 de enero del 2017

Según La Razón del 18 de enero del 2017 reza lo siguiente:

La Conferencia de presidentes sirvió ayer para dar un impulso a los principios de cooperación y colaboración entre Gobierno central y comunidades autónomas. A pesar de que el Gobierno de Rajoy está en minoría en el reparto del poder territorial, los trabajos preparatorios de la reunión, impulsados desde Vicepresidencia, sirvieron para que la foto de familia quedase coronada por el espíritu de la negociación y del consenso. Más de seis horas y media de debate a puerta cerrada que concluyeron en más de una decena de acuerdos.

Pero nosotros vamos a analizar la noticia profundamente de forma distinta a como la presentan todos los periódicos, y es desde el punto de vista de la ciencia política referida al poder. La primera pregunta que surge es cómo es posible que el gobierno, para pararle los pies al gobierno local de una comunidad autónoma sediciosa necesite del acuerdo y del permiso de las otras comunidades autónomas. Eso que de cara a la galería llaman consenso. La segunda pregunta ya resulta una carambola inevitable: ¿es que el presidente de España no tiene suficiente poder para tomar la decisión necesaria para salvar al pueblo en caso de un ataque contra España? Y ya la última derrumba la fe de cualquier profeta, ¿quién manda aquí si nadie hace nada cuando el pueblo está en peligro?

Si empezamos a contestar de atrás hacia delante comienzan a surgir respuestas preocupantes: respecto a la tercera pregunta aquí no manda nadie o mandan todos; que es lo mismo que no mande nadie ¿Os imagináis un barco zozobrando donde el capitán se vea obligado a pedir permiso a los que están en el puente de mando antes de tomar la decisión que debe salvar la nave? Pues estamos un barco que hace aguas en plena tormenta y donde el capitán no puede tomar ni una sola decisión sin pedir permiso a los demás. Respecto a la segunda pregunta, el presidente no tiene ningún poder por sí solo para oponerse, en este caso, a un ataque directo por sedición. Necesita consensuar con los demás qué hacer. Y respondiendo ya a la primera pregunta que nos formulábamos no nos puede extrañar que tengan todos que ir juntos a hacer pipí, o acordar cualquier decisión de Estado. No lo olvidemos: consenso significa “pedir permiso” porque ningún gobierno partitocrático tiene el poder de verdad. El poder está parcelado entre las distintas oligarquías.

Ante estas circunstancias luctuosas la situación pasa de preocupante a alarmante, de alarmante a inquietante y por último la percibimos como amenazadora: si un gobierno está para salvar al pueblo ante situaciones de peligro, y el ataque directo a la integridad de la nación, venga ese ataque por parte de un enemigo exterior o interior, es uno de los peores ataques que pueden hacerse contra España, estamos ante uno de los peores escenarios posibles pues la ofensiva de sedición proviene del interior.

No hay ciudadano que no se sienta desamparado ante la incapacidad real de maniobra que se tiene contra un enemigo común. Si encima resulta que en vez de neutralizar al enemigo con los medios que un gobierno de verdad estimase necesarios lo estamos financiando, la situación resulta no solo esperpéntica sino quizá única en la historia de la cobardía.

Respecto a los motivos que la ciencia política explica sobre la falta de poder de un presidente del gobierno en cualquier estado partitocrático, y la necesidad por parte de estos gobiernos de consensuar las decisiones, ya lo analizamos en el Diestro en el siguiente artículo  >>> Ver artículo>>>