Hace tiempo yo, por motivos de trabajo, recibía a diario a bastantes comerciales, vendedores y representantes y yo, que me fijo en todo, me daba cuenta que la corbata era su uniforme de trabajo. Unos la llevaban como de pegote, otros como anillo al dedo, pero en general y salvo raras excepciones la gente la llevaba porque la tenía que llevar sin más, y eso se notaba. Yo siempre he dicho que aunque haya que ponerse una ropa por obligación, hay que llevarla con la mayor dignidad posible, es decir, si se lleva corbata se ha de llevar con chaqueta y pantalones apropiados aunque no sean de traje. No llevar corbata con una cazadora y unos pantalones inapropiados, espero explicarme porque no lo voy a hacer más.
En cuanto al asunto político y su vestimenta, antes los políticos iban todos en general muy bien vestidos y muy arreglados. Había excepciones, como no podría ser de otra forma, pero la tónica general de todos era vestir de una forma bastante correcta y apropiada. Eso no pasa ahora, ahora han entrado a la política los andrajosos y parece que hay que ir lo más asquerosamente vestido posible y lo menos aseado como para parecer más cerca del pueblo y más alejado de esa detestada casta, de la que no renuncian nunca al momio.
Estos días hemos conocido todos al nuevo presidente de la Generalidad Carlos Puigdemont, yo he decidido llamarle Salchichón porque me resulta más fácil y es a lo que me recuerda su nombre, por como suena y por otras razones más obvias. Cuando he visto la aparición estelar de Salchichón en el Parlamento de Cataluña me he echado las manos a la cabeza, pero no sólo por las barbaridades que decía, si no por su pinta. Ese pelo si es natural parece una peluca y si es una peluca parece el mocho de una fregona, un desastre. El traje debía ser de su abuelo, por la antigüedad y por ser tres tallas mayor la chaqueta, que le tapaba las manos.
Querido Salchichón, ya sabemos que eres el hombre de paja, del hombre de paja de Pujol, pero al menos viste con un poco de dignidad. Si damos algo por descontado es que nos vas a decir muchas barbaridades y tonterías, pero arréglate un poco, que aparte de xenófobo eres un hortera.