La idiotez de vivir, más aún cuando nuestro paso por ella es tan ridículamente corta y cuando te enteras de que va la cosa tienes que ir preparando las maletas para no volver, y todo esto contando que no te invada ninguna enfermedad que te la hace más jodida si cabe.
Aunque todos estamos bajo el manto de los poderes fácticos, que consiguen que malvivamos el 99,9% de la población. Solo ellos ven la cara de la vida, nosotros la cruz.
Ellos, por llamarlos de alguna manera, encima incentivan luchas intestinas entre los pueblos oprimidos, que de una forma u otra son todos. Estas luchas por ideales, la mayoría de las veces ridiculos, por religiones más que dudosas, creer en un paraíso eterno, bueno esto es de risa.
Mientras tanto entre nuestras filas contamos con una gran cantidad de “señor@s” que dedican su vida a luchar por cambiar cobardemente de bando pisoteando al resto y haciéndoles creer que hacen el bien. Con discursos populistas que cambian cada 3 o 4 meses según les oriente la “marea” que paga todo esto.
No pretendo en absoluto que todos alcanzamos lo anteriormente expuesto en las fotografías, pero que no nos hagan creer que está a nuestro alcance, ni quitárselo al que con su esfuerzo o suerte han conseguido.
Pero “no problemo” delante tienen un populacho narcotizado y sordo para la verdad, lo que aprovechan estos Judas. No comprendo como sus seguidores se convierten en fanáticos, cuando no son más que el caldo de cultivo para que suban como la espuma y luego se olviden de ti, a las primeras de cambio, cosa que es fácil demostrar cuando en nuestro país llevan casi 40 años haciéndolo con total impunidad.
Que no vengan con milongas, cuando es bien sabido que el país esta en bancarrota con una deuda impagable. Que cojan sus 30 monedas y dejen al pueblo organizarse, porque se puede hacer. No nos hacéis falta para nada.
Nosotros ya tenemos una guía perfecta para conseguir una verdadera Democracia Formal, que nazca desde el colegio electoral y subir escalones hasta el último, pero siempre vigilados por una separación de poderes de facto.