Existen momentos de pavoroso desconcierto, donde toda circunstancia de vida da asco por si misma. Ésta es la etapa que nos a tocado vivir en nuestra corta existencia, vivimos inmersos en una falsa e hipócrita democracia, la que nos están brindando los ineptos que creen dirigir algo.
Da pena ver hasta donde llega su nivel de obediencia, como cuando desde arriba le piden la patita a un perro, salvando las distancias claro está, el perro JAMÁS te traicionará.
Hoy es un día gris y llevamos muchos, donde la esperanza brilla por su ausencia, donde hasta un programa televisivo cuyo nombre me niego a escribir, parece que lo fagocita todo y mantiene la adrenalina de la ciudadania en su justo nivel, para sus pretensiones.
Y si tan diezmada está la sociedad y aún más roto tiene el corazón, porque no estalla todo en mil pedazos. Al menos tendríamos la posibilidad de resolver felizmente el puzzle resultante.
PERO NO, nada se mueve, la ciudadanía deambula con su sobredosis de analfabetismo y manipulación política vilmente inoculada, desde el regimen del ‘78.
Mientras los encargados de la jeringa ríen, sabedores que el grado de idiotización inoculado tiene un largo periodo de latencia en nuestro flujo sanguíneo.
Han machacado nuestro motor LA JUVENTUD. De 16 a 19 años más del 70 % de paro, de 20 a 25 años más del 50 % de paro y los que están preparados se marchan, quizás para no volver.
¿Que nos queda?
Un Cementerio de Elefantes.

Aquí os dejo los ¿tres? de los principales responsables actualmente, UNO más que otros.