Es decir, esta comisión que, es más que evidente que no sirve absolutamente para nada, habría necesitado, como se dice vulgarmente, pillar a esta tres compañías con las manos en la masa para acusarlas de algo, porque de lo contrario nunca va a hacer nada contra ellas. Es evidente la manipulación de precios en el mercado energético español, ya sea en electricidad, gas o gasolinas. Las compañías se ponen de acuerdo en los altísimos precios y la competencia brilla por su ausencia. Es sangrante, además, el incremento desaforado de estos precios se haya producido a lo largo de estos, ya demasiados, años de crisis.
Son estas compañías, además, especialmente agresivas con sus clientes a los que no permite retrasarse ni un minuto en sus pagos, recibiendo estos al momento unas misivas que bien podrían venir de cualquier mafioso extorsionador.
Publican unos beneficios extraordinarios todos los años, sus plantillas están plagadas de ex ministros y ex políticos de sobra conocidos por todos y manipula, y eso es más que evidente, los precios siempre a su antojo. Esos, y no otros, son los motivos por los que nunca se les acaba condenando por nada. Esos, y no otros, son los motivos por los que a mi me importa un bledo que haya o no haya comisiones estatales para regularizar este tipo de mercados. La mayoría de sus miembros, han estado, están o estarán formando parte de las plantillas de esas empresas, a las que “juzgan”, en algún momento de sus vidas. ¿Comisiones estatales? Mamoneos estatales, más bien.