Podemos afirmar que la jugada estaba cantada. A Rajoy se le escapa que iremos a las urnas muy pronto: “(Id) preparando las próximas elecciones” reza en la publicación de hoy de OK Diario (15 diciembre 2016). Para el sagaz lector de el Diestro, no deja de ser cierto que es imposible gobernar en estas condiciones, como se queja nuestro presidente del Gobierno. Nuestro sistema se basa en el consenso; es lo que tiene estar inmerso en una partitocracia en vez de una democracia. Lo tienen que hacer todo juntos. y si les quitan los consensos (fue en los pactos de Toledo cuando se incorporó al nuevo vocabulario político la palabra) son incapaces de tomar decisiones. Ahora, con la irrupción de nuevos partidos en la arena lo tienen mucho más crudo. No es lo mismo consensuar entre dos (PP PSOE) y la puerta (CiU, PNV), que entre tantos. Especialmente, cuando las pasiones por el poder ponen los nervios a flor de piel. Que se lo pregunten a Sánchez, y sobre todo, a Iglesias; aquel que pensaba tomar el poder “por asalto”. Supongo que el Sr. Pablo Iglesias se tomó muy en serio lo de la película de “El acorazado Potemkin (1925)”, o si ni siquiera ha visto esa, nos podemos conformar con la de “Juego de tronos”, que ahí llega; aunque me pregunto si la ha visto en inglés.
Así que retomando el tema, tiene el Sr. Rajoy aquí, en este vídeo, más razón que un santo en cuanto a los objetivos. Pero vuelve a cometer los mismos errores de siempre que también, antes que él, cometieron los otros presidentes de Gobierno. Sí, esos errores que llevamos casi 40 años sin rectificar. No se trata de pactos ni de diálogo. Se trata de método ¿Cómo es posible que entre todos esos palmeros del final del vídeo no haya uno solo que sepa y se atreva a decirle la verdad? Porque claro, primero tienen que saber. Y una vez que se sabe, deben tener la gallardía y el coraje de decirle al Sr. Rajoy que está equivocado. Que por el sistema del consenso no vamos bien. Que hay que tomar el camino opuesto: el de la lucha a brazo partido entre representantes de los ciudadanos. Y que una vez que se tiene ese poder que da la representación, con los únicos que hay que dialogar es con los ciudadanos, y no consensuar entre políticos. Y que ese diálogo entre el poder y los ciudadanos lo dan las urnas. Urnas sin listas de partidos y repartos proporcionales. Lo da el representante de distrito pequeño, con carácter unipersonal (un representante por distrito) y revocable (el ciudadano lo puede quitar del puesto en caso de deslealtad hacia el pueblo). Y que esos representantes de distrito nunca pueden juntarse con el presidente del Gobierno, Y entonces se tendrían que preguntar ¿qué carallo (por eso de que el Sr. Rajoy es gallego) hacemos todos aquí juntos en una mesa, o en el congreso?, cuando lo que tenemos es que estar separados y discutiendo las propuestas de leyes. Y aquí nuestro querido Sr. Rajoy no puede estar. Así se separan los poderes legislativo y ejecutivo, cada uno trabajando por su cuenta y en perpetua tensión…
Tendrían que decirles tantas cosas al Sr. Rajoy, al Sr. Rivera; y sobre todo, al más ignorante de todos: (ignorante de ignorar) al Sr. Iglesias, asaltante y conquistador del poder, como en Juego de tronos. Cosa que espanta y pone los pelos de punta. Asusta pensar cómo lo querría conquistar si le dejasen, y qué haría después con ese poder. Creo que Podemos tiene un problema, y se llama Sr. Iglesias, pero ese es otro tema…