Vivimos en el país de lo políticamente correcto. ¿Esto que quiere decir? Pues que en España 2014, el país de las libertades, no se pueden llamar a las cosas por su nombre. Que simplemente es eso, llamarlas por su nombre, con eso no quiero decir que se tenga que faltar al respeto a nadie ni dejar de tener, por ello, educación. Hace unos meses fueron excarcelados muchos etarras tras la famosa derogación de la sentencia Parot, para camuflar esta excarcelación, el gobierno, decidió excarcelar también a otro tipo de delincuentes. Entre esos delincuentes excarcelados se encontraban asesinos, violadores, pederastas y asesinos violadores pederastas.

El psicólogo Javier Urra ha admitido en la presentación de unos cursos que él, como psicólogo, ha planteado el suicidio a violadores en serie y pederastas como una salida ética. Esta frase, que cualquier niño de teta entendería, ha tenido que ser matizada por el psicólogo. El lo hace ante personas que, incluso ellos mismos, reconocen que van a ser reincidentes. También afirma que el psicólogo tiene que reconocer sus limitaciones y darse cuenta cuando en un caso no hay nada que hacer. Ha afirmado también que muchos de ellos piensan que con estar en la cárcel ya está todo solucionado, ya han pagado e incluso se consideran a si mismos como victimas. Y otros muchos reconocen que no serían capaces de evitar volver a hacerlo.

¿Puede sorprender entonces que él les plantee el suicidio como una solución? A mi no, a mi me sorprende como, ante casos como estos no se plantea la justicia castigos más duros contra ellos. Me da igual que todo sea como consecuencia de una enfermedad, no tiene que pagar ni la hija, ni la esposa, ni la madre de nadie las consecuencias de los ataques de ese enfermo. No dice nada Javier Urra, sin embargo, de la justicia, pero un tipejo que pague con 20 años de cárcel la violación y el asesinato de una niña, para mi es evidente que no ha recibido justicia. Sobre todo cuando para los propios médicos está más que claro que lo volvería a hacer y que no hay ningún viso de arrepentimiento.

No soy yo ningún experto en estos asuntos, ni siquiera se leer entre líneas, pero yo creo que es lo que hay que hacer con estas declaraciones. Alguien que mate de esa forma y vaya a la cárcel estará pagando judicialmente sus culpas, pero moral, ética y vitalmente no lo hará nunca. Alguien que reconoce que no podría evitar volver a hacerlo no tiene solución. Si la justicia no se da cuenta de esto, si el gobierno no legisla para evitar esto, la solución es hacerles como mínimo sugerencias de ese tipo. La única pena es que, que yo sepa, pocos le han hecho caso. Su “enfermedad” les provoca ser “valientes” con los más débiles, pero ojo, ellos mismos no son capaces de ponerse la soga al cuello. Para eso si que son listos e inteligentes.