Es obvio que ser Presidente de Gobierno no debe ser tarea fácil. Eso no lo voy a discutir con nadie, pero siendo un puesto de trabajo ya de por si difícil no alcanzo a comprender las razones por las que los ocupantes de ese puesto lo hacen más difícil todavía. Era evidente que tras la victoria del PP la izquierda, con su mal perder habitual, no se lo iba a poner fácil. Ya lo anunciaron tanto sindicatos, como partidos de izquierda en su momento, unos de manera más sesgada y otros de una forma mucho más descarada y vergonzosa.

Pero lo que más sorprende de todo esto es que es el propio Mariano Rajoy el que se está poniendo las cosas más difíciles a si mismo, y por extensión a todos los españoles. En su afán por agradar a todos y su evidente falta de respeto a sus votantes está cavando su propia tumba. Es imposible agradar a unos partidos y votantes totalmente antagónicos, pero hay que gobernar para todos. Rajoy está consiguiendo lo que es prácticamente imposible, no agradar a ninguno, ni a los que le votamos ni a los que no.

Uno de los problemas más graves a los que se está enfrentando ahora es al de la unidad nacional, al proceso separatista anunciado por Cataluña. La tibieza con la que Rajoy está manejando este asunto es exasperante, tiene un problema y se cree que si no lo trata se va a solucionar el sólo. Se está intentando tratar el incendio del separatismo echándole más gasolina, es evidente que desde el gobierno central lo único que se está haciendo es alimentar el problema en lugar de solucionarlo. Esa gasolina, en el caso de Cataluña, es la inmensa cantidad de dinero público que se les está facilitando y que el gobierno catalán no está usando para solucionar problemas, lo está usando para financiar su independencia. Se subvencionan medios de comunicación independentistas, se subvencionan asociaciones separatistas, y casi mafiosas, como la ANC. La última noticia es que se está preparando a un grupo de la policía catalana en la guerra de guerrillas.

Mientras tanto los ciudadanos no independentistas de Cataluña se encuentran totalmente desamparados y desprotegidos por el gobierno central. Hay algunas personas que piensan que Rajoy se guarda un as en la manga, que tiene algún tipo de sorpresa preparada para evitar la consulta y el proceso, yo no lo creo. Creo que no lo ha sabido manejar bien desde el principio, sobre todo por su gran cobardía, y que a día de hoy este asunto se le ha ido de las manos. El problema catalán es grave y serio, y todavía más de lo que parece. La solución, a mi modo de ver, era mucho más sencilla: aplicar la ley con rigurosidad. Pero claro eso en la España actual sólo se hace con los pintamonas de los ciudadanos normales, con los grandes delincuentes de este país no se hace nunca.
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