Los discursos de los políticos son cada día más absurdos y están cada día más alejados de la realidad, una de los términos que más usan ultimamente es el de “arrimar el hombro”, pero el de quien, por supuesto el del que siempre pierde, el del ciudadano

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Llega la Navidad y las grandes compañías eléctricas, de gas, de telefonía, bancos..etc nos presentan sus “emotivos” anuncios navideños con los que pretenden que nos emocionemos, veamos lo buenos que son y lo que nos quieren. Yo siempre me emociono con estas compañías, pero esto siempre sucede cuando me llegan sus facturas a casa y sobre todo cuando llamo por teléfono a sus servicios de atención al cliente y me contesta esa gente “tan amable” que nunca puede hacer nada para solucionar tu problema.

Arrimar el hombro, cuando los políticos hablan de esto yo entiendo que es ayudar a quien está pasando por problemas graves de subsistencia, pero resulta que arrimar el hombro es pagar más cara la luz, el gas, el teléfono…cuando más grave es la crisis que estamos padeciendo y cuando más daño puede hacer todo esto en un bolsillo que cada vez está más vacío.
Arrimar el hombro, es que una pequeña empresa o autónomo tenga que pagar sus impuestos a tiempo a organismos públicos que pagan a ese autónomo o empresa cuando le da la gana, ellos no tienen plazos, ellos no aparecen listados de morosos, ellos no son juzgados y compran sabiendo que no van a pagar.

Arrimar el hombro es que todos tengamos que sufrir y que el estado siga gastando a destajo de la misma forma que lo ha venido haciendo en los últimos años, eso no corre prisa, no es necesario, todo es por nuestro bien, muchas gracias papá estado, ¿Que haríamos nosotros sin ti?
Pues bien señores políticos, grandes empresas, grandes fortunas, arrimar el hombro es cuando unos abuelos de 80 años lleva toda su vida para cobrar una merecida pensión y lo pobres no se atreven a gastar ni un duro por temor a que sus hijos y sus nietos lo puedan necesitar para comer, arrimar el hombro es cuando personas que no necesitan nada ofrecen su tiempo y su dinero para ayudar a los más necesitados porque el estado no hace nada por ellos, arrimar el hombro es cuando, aún teniendo lo justo, consumes cualquier cosilla para que el tendero de al lado de tu casa pueda volver a abrir al día siguiente….

Eso señores políticos, grandes empresas, grandes fortunas es arrimar el hombro, no hace falta haber estudiado en Salamanca para saberlo, hace falta un poquito de humanidad y de generosidad, nada más.

Me niego a escuchar discursos grandilocuentes, me niego a ver anuncios televisivos tontos, me niego a escucharles decir lo maravillosos que son, prefiero apagar la tele, dejar de leer el periódico…conmigo la emotividad no funciona.